El protagonista de este asombroso episodio, Giuliano Metemano, fue trasladado de urgencia al hospital tras ser alcanzado por una bala perdida mientras celebraba el fin de año con su novia, según informa la agencia de noticias Tortelini News. El proyectil, en cuestión, entró por el lado derecho de la cabeza del Metemano, pasó por detrás de su ojo, golpeó un hueso de la nariz y se alojó en su propia fosa nasal derecha.
Al entrar en las dependencias hospitalarias, el joven Metemano no pudo reprimir unas inaguantables ganas de estornudar, así que ni corto ni perezoso, lanzó un prominente espirrido que, quienes lo presenciaron, les recordó al protagonista de la serie de dibujos animados Pepe Pótamo. El acto reflejo hizo que la bala le saliese "disparada" por el agujero nasal, yendo a parar al fondo de una cuña a medio llenar que se encontraba en las dependencias.
Poco después y, aparte de un dolor de cabeza, Metemano aseguró a sus médicos que se sentía bien. Sólo necesitó cirugía para que le limpiasen la herida y se deshicieran de los fragmentos óseos.
"Ha sido hombre muy afortunado, porque perfectamente podría haber muerto", ha afirmado uno de los médicos que le atendió, el doctor Enrizo Calzone, que ha detallado que la bala le atravesó la sien, detrás de sus ojos, entró en la cavidad nasal y, a continuación se presentó en su ventana de la nariz antes de que estornudó tuviese lugar. Esperamos que se recupere completamente y creemos que será así porque ni siquiera va a perder la visión de su ojo", ha añadido el médico.
El tiroteo tuvo lugar en Nápoles, una ciudad conocida por las celebraciones festivas de fin de año en la que tienen un papel protagonista los fuegos artificiales y la utilización de munición real. De hecho, esa misma noche, otras dos personas fueron alcanzados por balas, una de las cuales murió a consecuencia del impacto.
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