La acuciante crisis que vive nuestro país ha hecho que adorables personajes de leyenda de nuestra más tierna infancia hayan tenido que buscarse los garbanzos en varias ramas de la actividad comercial, siempre con el fin de poder llegar a final de mes y alimentar a su ingente prole. Eso es lo que ha sucedido con el archiconocido "Ratoncito Pérez". La prueba, más que palpable, de semejante actuación la ha encontrado un vecino de L'Hospitalet, quien al comprar una barra de pan en un súper, se decidió por hacer una pequeña parada en un bar cercano a su casa para comerlo con una tapita de queso. Fue entonces, al abrir el pan, cuando descubrió dentro de él un diente.
El vecino, tras recurarse de la impresión del momento, decidió poner este hecho en conocimiento de los Juzgados, presentando la oportuna reclamación, también, ante la Oficina Municipal de Informacióon al Consumidor (OMIC) de su localidad.
Nada más ver el diente, y tras recuperarse del fatigón, el vecino regresó al supermercado donde había comprado el pan. Allí se lo comunicó a la encargada, quien no pudo más que confesar que desde hacía unos días tenían un nuevo panadero, sin experciencia previa y que le gustaba mucho el queso. "Cuando lo vi me entró de todo, creo que una cosa así no puede quedar en una simple anécdota", manifestó el vecino asqueado.
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