¿QUIÉN ES ESTE DIABLO?

sábado, diciembre 11, 2010

SE NOS VAN LOS MEJORES...

Hay muy pocos comediantes en el mundo de la actuación que pueden tener la extraña pero grandiosa virtud de hacernos reír una y mil veces. A pesar de que conocemos lo que va a decir y cómo lo va a decir, siempre nos arranca una carcajada.

Ahí tenemos por ejemplo a Chaplin, a Cantinflas, a Chespirito y, por qué no, a Leslie Nielsen: un maestro del humor que fue descubierto tarde, pero que llevó, sin duda, alegría a millones de personas que alabaron esa capacidad de hacer reír pero sin disfuerzos ni amaneramientos.

Leslie siempre se consideró un bufón, pero nunca creyó que su vida se decantaría por la comedia. Nacido en 1926 en la localidad canadiense de Regina, en la provincia de Saskatchewan, él explicó una vez por qué se convirtió en actor: “A 150 kilómetros del círculo polar, con cuatro meses de duro invierno a 50 grados bajo cero, todo lo que se ve es nieve. En algún momento uno comienza a hablar consigo mismo. Creo que ese fue el comienzo de mi carrera actoral”.

Con el impulso de querer sobresalir, o por lo menos, no quedarse en el papel de tímido chico pueblerino, Leslie decide enrolarse en la Fuerza Aérea y convertirse en piloto, una experiencia que asegura le dio la disciplina que necesitaba.

Siendo aún militar decide probar suerte en el mundo de la radio y alguien que lo escucha le dice que tiene esa soltura necesaria para estar sobre el escenario, por lo que va a estudiar actuación a Toronto y, finalmente, a Nueva York.
Sin dudas, su porte de galán lo ayudó mucho para hacer sus primeros papeles en la televisión de la Gran Manzana hasta que un avispado productor lo convence para probar mejor suerte en el cine, donde consiguió papeles protagónicos en películas tipo B, que eran muy solicitadas.
De esas decenas de películas tuvo grandes éxitos como Forbidden Planet (1956) o The Poseidon Adventure (1972), pero tan solo fueron chispazos que nunca dieron el fogonazo que tanto anhelaba.
No fue hasta inicios de la década de los ochenta que Nielsen es invitado a participar en la película ¿Y dónde está el piloto? que fue un boom en la taquilla. El éxito lo sorprendió pues nunca creyó que la gente riera tanto con esa actitud tan destemplada y a veces “seria” para tratar el humor.

“¿Es que acaso la gente se ríe de mí o conmigo?”, dijo una vez a un amigo. La respuesta se la dieron los hermanos David y Jerry Zucker, quienes lo invitaron para dar vida al teniente Frank Drebin de la saga ¿Y dónde está el policía? (The naked gun, en inglés).

Quienes han visto las tres películas dan fe de la genialidad en la actuación de Nielsen, quien demostró ser el rey de la parodia americana o, como alguien dijo, el “caballero de la comedia” estadounidense.

“Parecía que no supiera que participaba en una comedia. Esto fue esencial para el estilo y Leslie poseía un instinto natural para ello”, ha declarado el productor David Zucker al enterarse de su fallecimiento días atrás a los 84 años de edad.

Además de policía, en los últimos años hizo de vampiro, exorcista y hombre del espacio en cintas que explotaron su vena humorística. No todas han sido tan buenas, pero sí sirvieron para mantener viva su leyenda, que él nunca se tomó en serio.

“Sí, es verdad. Me han llamado el Lawrence Olivier de las parodias. Supongo que eso hace a Lawrence Olivier el Leslie Nielsen de Shakespeare”, dijo a modo de resumen. Simplemente genial.

Casado en cuatro ocasiones, Leslie Nielsen tuvo dos hijas con su segunda esposa: Maura y Thea Nielsen. Ganó dos premios Emmy por la serie Day by Day (1988) y Police Squad! (1982).

Era embajador de la Unicef en Canadá y vivía en el Paradise Valley de Arizona. Además de sus trabajos como actor no dudaba en ofrecer su apoyo a organizaciones benéficas. En el 2004 recibió un homenaje en la gala “So the World may Hear” por sus ayudas humanitarias.

Densase en Paz, el gran Leslie Nielsen.


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