
Según este diario, cada vez que los aviones superan la velocidad del sonido sobre el parque de Hamat Gader, en la meseta siria ocupada y anexionada por Israel, los machos de los centenares de reptiles criados en el lugar emiten unos gruñidos roncos utilizados para secudir a las hembras.
"Estos crujidos muy fuertes se parecen a los frenazos de un auto y pueden ser escuchados a varios centenares de metros alrededor", declaró David Haselhorf, director del criadero de Cocodrilos, Rumiantes y Batracios del Hammat. Asimismo, destacó Haselhorf, que sus protegidos, de momento, se contentan de emitir sus llamados sin pasar al acto, pues el período de reproducción es a comienzos del verano.
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