La Policía de Wyoming, E.E.U.U, no dio demasiada importancia el lunes pasado al aviso de una vecina de que tenía un "gato grande" molestándole en su casa. Pero, cuando un agente de paisano llegó al domicilio, lo que allí se encontró fue una leona de más de sesenta kilos de peso.
La mujer que dio el aviso, que responde al nombre de Sra. de Rompetechos, había llamado al servicio de emergencias al ver a un "gato grande" merodeando por su porche.
Al policía encargado de acudir a la casa, del cual al día de la fecha se desconoce su paradero, le dijeron que se trataba de un gato. Los bromistas compañeros del sufrido agente de la autoridad no sospecharon que fuera otra cosa porque la mujer denunciante no estaba nada asustada.
La leona en cuestión, que fue adoptada por el cuerpo de policía de la citada ciudad estadounidense, tuvo que ser dormida con un sedante suministrado por vía rectal.
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